Esto me lo arreglan

 

“Siempre ha sido un niño muy movido”, “Desde pequeño que le cuesta comer”, “En el colegio tiene problemas de concentración”, “El niño nació así”, … Son frases habituales de los padres cuando traen un niño a consulta, motivada por bajo rendimiento escolar o por no saber hacer con su comportamiento en casa. Lo primero que llama la atención de las primeras visitas es (independientemente de la forma que tome la frase) un implícito: hay que “arreglar” al niño porque no se comporta como debería (el debería, se entiende que es obedecer, estar quieto y sacar buenas notas). Pero la mayoría de veces, como si el niño fuera un ente aislado del mundo.

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